Proyecto de investigación OLIVE: en breve, las soluciones de iluminación circadianas serán algo corriente

LED – hasta ahora, estas tres letras representaban casi de forma exclusiva la lucha por la eficiencia cada vez más alta. Estas han sido aumentadas a una velocidad increíble de generación a generación. Ahora, también se dedica a los campos de investigación que exploran el potencial más profundo de la luz digital.

OLIVE es uno de estos proyectos, coordinado por el Centro de Innovación y Tecnología (ITZ), el "tanque de pensamiento" del grupo TRILUX – y subvencionado por el Ministerio Federal alemán para la Investigación y la Tecnología (BMBF). Bajo este acrónimo se investiga de forma conjunta con otros socios los "sistemas de luz optimizados para mejorar la capacidad productiva y la salud".

Desde el ascenso imparable de los LEDs, han quedado atrás los tiempos en los que la luz solamente podía encenderse y apagarse. Gracias a su perfecta integración en la infraestructura moderna de información y comunicación, la tecnología de semiconductores abre nuevos horizontes para la aplicación. Según el lema de "pequeña pero formidable", la fuente de luz ofrece unas posibilidades casi infinitas para el control electrónico. Gracias a su tamaño constructivo reducido, puede utilizarse en cualquier lugar.

Para OLIVE existen tres áreas especialmente interesantes:

  1. Las investigaciones médicas deben cubrir más vacíos en el entendimiento del efecto de la luz sobre las personas.
  1. Los conocimientos cronobiológicos así adquiridos se utilizarán para integrar los sensores y el control de la luz en los sistemas de iluminación del mañana aportando nuevos beneficios para los clientes.
  1. La eficiencia energética de las luminarias LED que generan una luz dinámica debe aumentarse más.

Suena complicado, y en parte lo es. "En el proyecto se realiza mucha investigación fundamental para poder entender mejor el efecto de la luz sobre las personas", dice Horst Rudolph del TRILUX-ITZ. Entonces, todos los conocimientos deben traducirse en aplicaciones concretas. La meta consiste en desarrollar un sistema modular.

Aparte de los aspectos funcionales y emocionales, también aumentará la importancia de los efectos no visuales. A través de unos receptores especiales en el ojo, la iluminación regula nuestro reloj interior y, de esta forma, tiene una influencia decisiva sobre nuestro bienestar y nuestra salud. Por ello, la iluminación inteligente del futuro

no solamente proporcionará una atmósfera agradable para vivir y para trabajar, sino también apoyará de forma sistemática nuestro biorritmo natural.

"El proyecto de investigación OLIVE contribuirá a que en el futuro la luz se perciba de otra forma", afirma Horst Rudolph. Las soluciones de luz no solamente se vincularían solamente con las puras tareas visuales, sino también con los aspectos de salud y bienestar. El espera que, en un tiempo no muy lejano, casi todas las instalaciones de iluminación en su configuración básica apoyen el ritmo circadiano. Y al añadir otra tarea especial y si cambian las condiciones, se proporciona de forma automática el escenario de luz individualizado.